Principios Básicos de la BIBLIA ESTUDIO 2: EL ESPÍRITU DE DIOS Definición | Inspiración | Los dones del Espíritu Santo | El retiro de los dones | La Biblia, la única autoridad | Digresiónes (¿Es una persona el Espíritu Santo?, El principio de personificación, Calvinismo, "Recibiréis el... Espíritu Santo", "Estas señales seguirán...") | Preguntas |
DIGRESIÓN 5: EL PRINCIPIO DE PERSONIFICACIÓNPara algunos puede ser difícil aceptar la explicación de la personificación del diablo, porque el diablo se menciona tan a menudo en la Biblia como si fuese una persona, y quizás esto confunde a algunas personas. Esto se explica con facilidad señalando que es una característica reconocida de la Biblia que a las cosas inanimadas o sin vida, tales como la sabiduría, las riquezas, el pecado, la iglesia, se les personifica, pero sólo en el caso del diablo se ha tejido una teoría fantástica a su alrededor. Los siguientes ejemplos ilustrarán esta idea: LA SABIDURÍA PERSONIFICADA "Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar con ella" (Pr. 3:13-15). "La sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas" (Pr. 9:1) Estos versículos, y en verdad el resto del contenido de los capítulos donde aparecen, muestran a la sabiduría personificada como una mujer; pero, a pesar de esto, nadie tiene la idea de que la sabiduría realmente es una hermosa mujer literal que deambula por la tierra; todos reconocen que es simplemente una característica muy deseable que toda la gente debería tratar de adquirir. LA RIQUEZA PERSONIFICADA "Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas" (Mateo 6:24). Aquí se compara a las riquezas con un señor. Muchos se esfuerzan arduamente por adquirir riquezas, y de esta manera éstas se convierten en señor de ellos. Jesús nos está diciendo aquí que no podemos hacer eso y al mismo tiempo servir a Dios aceptablemente. La enseñanza es sencilla y efectiva, pero nadie supone por esto que las riquezas son un hombre llamado Mamón. EL PECADO PERSONIFICADO "Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado" (Juan 8:34). "El pecado reinó para muerte" (Ro. 5:21). "No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?" (Ro. 6:16). Como en el caso de las riquezas, al pecado se le compara aquí con un amo, y aquellos que cometen pecado son sus siervos. Ninguna lectura razonable del pasaje justifica la suposición de que Pablo está enseñando que el pecado es una persona. EL ESPÍRITU PERSONIFICADO "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta..." (Jn. 16:13). Aquí Jesús está diciendo a sus discípulos que ellos recibirían el poder del Espíritu Santo, y esto se cumplió en el día de Pentecostés, según está anotado en Hechos 2:3,4, donde se declara que "se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo", lo que les dio poder extraordinario para realizar cosas maravillosas en prueba de que su autoridad provenía de Dios. El Espíritu Santo no era una persona, era un poder, pero cuando Jesús hablaba de él, empleaba el pronombre personal "él". LA MUERTE PERSONIFICADA "He aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte" (Ap. 6:8). LA NACIÓN DE ISRAEL PERSONIFICADA "Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos..."(Jer. 31:4). "Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios" (Jer. 31:18). El contexto de estos pasajes revela claramente que el profeta no está refiriéndose a una virgen literal o a Efraín como persona, sino a la nación de Israel, que en este caso se ha personificado; de manera similar, algunas veces a Gran Bretaña se le personifica como ‘John Bull’ o la Rubia ‘Albión’. No existen tales personas como este hombre o esta mujer, pero cuando se les menciona en libros, todos saben que se refiere a Gran Bretaña. LOS CREYENTES EN CRISTO PERSONIFICADOS "Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Ef. 4:13). "Un cuerpo" (Ef. 4:4). "Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular" (1 Co. 12:27). "Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador" (Ef. 5:23). "Él [Cristo] es la cabeza del cuerpo que es la iglesia... ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia" (Col. 1:18,24). "Os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo" (2 Co. 11:2). "Han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado" (Ap. 19:7). Obviamente, todos estos versículos se refieren a la comunidad de personas que eran los verdaderos creyentes en Cristo, y algunas veces se les menciona como "la iglesia", aunque ésta no debe ser confundida con ninguna de las actuales iglesias convencionales, que ya hace mucho tiempo dejaron de ser los verdaderos creyentes en Cristo. A los verdaderos creyentes, es decir, aquellos que sostienen y creen las verdaderas doctrinas que se enseñan en la Biblia, se les menciona como una "virgen pura", indicando la pureza de la vida que deben llevar, y como un "cuerpo", una expresión apropiada porque tal como un cuerpo natural tiene muchas funciones, así la verdadera iglesia tiene muchas responsabilidades y realiza diversas funciones. Cuando a la iglesia se le menciona como un "cuerpo", nadie la confunde con una persona, ni confundirían al diablo o Satanás con un monstruo grotesco o ángel caído si se hubiesen traducido las palabras adecuadamente, o si hombres y mujeres no hubiesen adquirido ideas erróneas derivadas de las falsas iglesias en el pasado. |